Coincide el inicio de la decadencia del Imperio Otomano con el reinado de Murad III (1574-1595)
hijo de selim II y nieto de Solimán el Magnífico.
Murad III al igual que su padre mostró nula importancia a los asuntos políticos, dejándolos en manos de sus visires mientras que el se daba la buena vida,
Durante su reinado se dio la decadencia de la institución otomana y frustró la economía del imperio debido a los altos gastos de la corte en lujos, la ausencia de campañas de guerra y a la devaluación de la plata debido a las cantidades llegadas del nuevo mundo.
Cada vez más la corrupción se adueñaba del estado, los Jenízaros, que eran las tropas élite del Imperio Otomano lograban derechos que hicieron de su férrea educación y preparación una ascensión al grado de jenízaro sin prácticamente hacer esfuerzo.
Entre sus derechos logrados por medio de motines estipulaba que se les aumentaran los salarios, derecho a casarse, derecho a tener riquezas y por último y lo más inaceptable hasta el momento la herencia de su puesto a su descendencia.
Durante el reinado de sus antecesores los Jenizaros no tenían derecho a casarse, eran raptados de territorios cristianos a los 10 años y se les inculcaba el islam y una brutal disciplina para convertirlos según se dice en los mejores soldados del mundo esto hacía de su conciencia unos animales de la guerra, lograron hacerse con el respeto de toda europa con sus heroicidades belicas. Esto fue aumentando cada vez mas la estima de los sucesivos sultanes, aun asi siempre eran muy pocos, durante el reinado de Mehmet II solo eran 1000 soldados pero equivalían por 10.000.
Sin embargo Con el inicio del sultanato de Murad III los Jenizaros eran como 50.000 soldados pero ya no tenían la efectividad de antaño, por el contrario relajaron su disciplina y se convirtieron en una pesadilla para el gobierno Otomano, protagonizando numerososos motines, y su poca efectividad contra ejercitos europeos.
Se puede decir que ahora los jenizaros estaban a la misma altura que cualquier ejercito de Europa puesto que ya no tenían la misma agresividad en la batalla.
Otras de las razones de la decadencia Otomana en menor medida es el destrozo de su flota en la Batalla de Lepanto al perder prácticamente toda la flota en dicha batalla contra la liga Santa, la flota se reconstruyó en 6 meses pero bajó un poco las arcas del imperio.
Además la falta de implicación del sultán envalentonó a algunos territorios del imperio a declararse independientes como ocurrió con Miguel el Valiente en transilvania.
Esta situación fue a peor con Mehmet III, Ahmed I, Mustafá I y Osmán II.
Este último se convirtió en sultán al cumplir los 14 años, era un enérgico y capaz sultán, incluso
encabezó su ejército, el primer sultán en hacerlo tras la muerte de Solimán, sin embargo fue derrotado en 1622 en una batalla contra el ejército imperial Polaco, en su humillante regreso a Estambul, el sultán acusó acertádamente a los Jenizaros de su cobardía y estaba decidido a tomar medidas efectivas cuando estos, lo depusieron y asesinaron.
Después de su muerte vuelve al trono su tío Mustafá que tras un año más de reinado (1622-1623) lo deponga el hermano pequeño de Osmán II, Murad IV.
Murad IV cumplió con todas las expectativas de un gran Sultán, se puso al día con los auntos de su gobierno, aniquiló a los gobernantes que se negaban a aceptar su soberanía, revitalizó la economía y el poder Otomano y más aún comandó el mismo sus
propios ejércitos, resultando un comandante invicto en la guerra contra la Persia safávida infligiendo numerosas derrotas a los persas y obligándoles a ceder grandes territorios al imperio.
Murad IV muere en 1640 a causa de cirrosis, lo sucede su hermano Ibrahim I.
Ibrahim I fue un retrasado mental de nacimiento, cuya enfermedad le impedía asumir el sultanato, fue utilizado por los altos rangos del imperio para sus propios intereses, en su reinado casi lleva el imperio a la ruina, cuando lo deponga su hermanastro Mehmed IV.
El sultanato de Mehmed IV será el más importante desde 1566 ya que en su instancia en el trono tendrán lugar acontecimientos de gran calibre.
Más de lo mismo Mehmed IV fue un sultan que le dio espaldas a la vida politica y se confino en la vida del placer en cacerías y dejando su gobierno en sus visires.
Sin embarg
o será en 1656 cuando de en el clavo con su decisión de nombrar gran visir al magnánimo Mehmed Koprulu.
Mehmed Koprulu era un visir procedente de una familia rica de Albania.
Nada más nombrado Gran visir se puso manos a la obra, se encontró con un imperio muy débil, con unas arcas casi vacías, muchos frentes abiertos, una unidad des-fragmentada de los territorios, una economía débil y un ejercito que acampaba a sus anchas.
Decidido a obrar cambios Mehmed Koprulu pese a su avanzada edad impone reformas que revitalizan de nuevo y refuerzan la economia otomana, elimina la corrupción de forma brutal utilizando la violencia máxima, impone al ejercito un correctivo ejemplar poniéndolo a la absoluta obediencia del sultán, aniquila los territorios dentro del imperio que se han proclamado independientes y se pone a la cabeza del ejercito otomano buscando venganza en politica exterior.
Su primera victima es Venecia derrotada en la cuarta batalla de los dardanelos, en 1657, seguidamente asola Transilvania mediante la espada y recobra el poder de esta derrotando definitivamente a Jorge Racoscy II, quien había proclamado independiente a transilvania del poder otomano.
Tal era la autoridad e inflexibilidad de Mehmed Koprulu que ni el mismo sultán se libro a quien obligo a dirigir al ejercito instruyéndolo y motivándolo.
Mehmed Koprulu muere en 1661 dejándo recuperado el prestigio Otomano en Europa como maquina militar, unas arcas llenas, y un sistema sano de corrupción, en su lecho de muerte y con el Sultán a su lado le propuso como siguiente visir a su hijo Fazil Ahmed Koprulu y aconsejándole al propio sultán alejarse de las mujeres, implicarse en la vida política y movilizar al ejercito.
Cumplido el deseo de Mehmed Koprulu asciende al grado de gran visir su hijo Fazil ahmed Koprulu, el joven no defrauda las esperanzas y resulta ser tan brillante como su padre.
persiguió brutalmente la corrupción, era tan justo que si se le hacía una petición acompañada del más minimo regalo, era automáticamente rechazada, resultó ser también un excepcional comandante del ejército, concluyendo la conquista de creta en 1669 una guerra que llevaba 24 años y resultaba ya preocupante para las arcas del imperio.
del mismo modo al mando del ejército y acompañado por el sultán Mehmed IV venció y obligó al Imperio Polaco a firmar un humillante tratado por el cual cedían Podolia al Imperio Turco la cual ya había sido invadida por este.
Fazil Ahmed muere en 1676 en su viaje de Estambul a Edirne de Hidropesía, en su gobierno el Imperio Otomano alzanzó su maxima expansión territorial.
Es sucedido por su cuñado Kara Mustapha.
Kara Mustapha pasha fue menos capaz que los dos Koprulu anteriores, aun asi venció al Imperio Ruso con un tratado favorable en 1681, concluyó el tratado con Polonia que comenzó Fazil Ahmed y por último se propuso un reto muy caro. Un segundo sitio a Viena.
Convenció para ello al Sultán Mehmed IV para que le diera permiso a hacerlo, y encabezando un ejército de 100.000 soldados se dirigió a Viena.
Ya en centroeuropa se encontro con sus aliados tartaros que se haían ocupado de saquear las aldeas exteriores a las murallas de Viena.
En 1683, toda Europa esta bajo amenaza, el asedio de Viena puede resultar la invasión de todo el continente a manos de los turcos, debido a que al otro lado del Imperio Romano Germanico espera Luis xiv, aliado de los otomanos.
Comenzado el asedio, lentamente empiezan a haber pequeños resultados, las murallas empiezan a abrirse pero por las estrechas aberturas los turcos son incapaces de entrar puesto que las tropas imperiales les tienen a tiro, aun asi los otomanos consiguen posiciones en alguna muralla, pero la alegría les durará poco.
el emperador Germánico estalla en pánico y busca desesperadamente alianzas en europa que lo ayuden, una de esas ayudas será el Imperio Polaco que acudirá en su ayuda a la cabeza de Juan III Sobiesky.
En la famosa Batalla de Kahlenberg, 30.000 furiosos Husares alados polacos, destrozan las lineas otomanas que estaban poniendo sitio a Viena, la rápida victoria se debe a que las tropas otomanas no se esperaban un ataque a la vanguardia y menos aún uno Polaco.
40.000 otomanos yacieron muertos en el suelo mientras el resto se retiró a Belgrado, alli el sultán mandara a los verdugos para que maten a Kara Mustapha por su terrible error.
Aún asi ello no bastará ya que a partir de 1683 se conforma la liga santa formada por Polonoa, Venecia, El sacro Imperio y más tarde Rusia, en 1686 Buda cae en manos Cristianas y en 1699 los turcos firman el tratado de Karlowitz por el que renuncian a Hungría.
Es entonces cuando comienza la verdadera decadencia del imperio Otomano, en los años venideros, perderá sucesivamente territorios a manos de esta liga santa más tarde frente a las pretensiones Austriacas y Rusas, la evidencia del atraso no es asumida por las clases dirigentes, que quedan ancladas en su pasado triunfante e insistentes de que el Imperio no necesita reformas, a medida que pasan los años, esta actitud pasará factura al Imperio Otomano dejándolo en el atraso e internacionalmente aislado, hecho que aprovecharán las potencias europeas para hacerse con sus intereses a costa de un Imperio débil y atrasado.
En el siglo XIX en el imperio Otomano empiezan a independizarse los territorios balcánicos apoyados por Rusia y Austrohungría, los otomanos se replegan de los balcanes, al mismo tiempo Argelia, regencia Otomana, es ocupada por Francia al igual que Tunez, en 1911 Italia confiscará Libia a los Otomanos y previamente Egipto había sido cedido a Gran Bretaña.
En 1914 estalla la primera guerra mundial, el Imperio Otomano cuya economía estará en funcionamiento gracias al artificial apollo alemán se alía con el eje central, consiguen derrotar al Imperio Ruso pero en 1918 el eje central es derrotado.
El tratado de Sievres desfragmentará lo que queda del Imperio Otomano reduciéndolo a Asia menor.
El fin se sitúa en 1923 con la proclamación de la República de Turquía bajo el gobierno de Kemal Ataturk.