Hurrem dio a Solimán 4 hijos, Mehmed, Miriam, Selim, Beyazid y Cihangir.
el hermano mas mayor era Mustafá hijo de Mahidevran, esclava de Solimán, era el hijo más capaz e inteligente de los suyos, admirado por el embajador austriaco Busbequ.
Comienzan entonces las intrigas palaciegas, Mehmet murió en 1543, envenenado, fue un príncipe muy prometedor.
Hurrem no quería que Mustafá accediera al trono puesto que era hijo de una sultana rival, por lo que empezó a mover fichas en el palacio con el objetivo de calumniarlo a ojos de su padre, el Gran turco, lo que cada vez distanciaba la relación padre hijo, otra de las razones de este distanciamiento es que Mustafá era muy apreciado por el ejercito otomano puesto que el mismo era un guerrero magnífico e implacable.
Todo culminará en 1553 cuando llegan a oídos de solimán que su hijo esta negociando con el shah de Persia para derrocarlo, esta vez Hurrem logró su objetivo y el sultán creyó las palabras del visir a quien Hurrem chantajeó, es entonces cuando manda a llamar a su hijo.
Mustafá se entera de la calumnia que Hurrem le ha pegado, pero no duda de la piedad y la comprensión de su padre y a pesar de que el ejército y su madre le rogaron no acceder a la cita con el sultán este se negó y se presentó en la tienda de su padre, una trampa le fue tendida a Mustafá muchos eunucos le redaron con el objetivo de matarlo, el príncipe presentó una fiera batalla pero al final fue muerto por orden de su propio padre quien lo veía ya como una amenaza.
El sultán Solimán acabó con el futuro mas prometedor y efectivo de la dinastía Otomana.
Cihangir murió a los pocos días apenado por la muerte de su amado hermano, esto empezó a cambiar a Solimán haciéndolo un hombre más triste y furioso, por último quedaban 2 varones en pelea por el trono, Hurrem intentó que sus hijos Selim y Beyazid no pelearan por el trono pero su enemistad era colosal.
En 1559 Beyacid no obedece las ordenes de su padre de abandonar la ciudad que gobernaba para trasladarse a otra, todo parece haber sido causado por Selim quien buscaba alejar a su padre de Beyazid, este último encolerizado recluta un ejército y marcha a la ciudad que gobierna Selim.
Beyacid se caracterizaba por su prepotencia y por su magistral técnica con las armas, amaba la guerra y era muy cercano a Mustafá, su enemistad con Selim empezó desde que eran bien pequeños ambos.
Enfurecido el sultán Solimán mando su ejército al mando de Selim para que derrotara a su hermano, la guerra concluyó en 2 batallas.
En la primera pese al mayor número de soldados, experiencia y mejor posicion táctica Selim fue derrotado en el primer día de batalla debido a que Beyacid encabezó el ataque envalentonando a sus tropas de valentía aplastó las líneas de Selim aunque le costaron grandes bajas en su ejercito mal equipado y poco profesional.
En el segundo día de batalla las tropas de Selim fueron superiores en el campo de batalla, de nuevo Beyacid volvió a encabezar el ataque dirigiéndose con furia a su hermano para matarlo, este alarmado desplegó su guardia personal, pero fue el futuro Murad III quien hirió a Beyacid, este fue rescatado y su ejercito replegado sufriendo la definitiva derrota.
Sin otra opción y con la orden de matarlo quien lo viera, Beyacid traspasa la frontera del imperio Otomano y aparece en Persia donde el Shah Tahmasp I lo recluye en su palacio.
Sin embargo Solimán el magnifico manda un últimatum al shah diciéndole que matara a Beyacid, no tardaron los verdugos del Gran Turco en llegar a la capital Safavida y acabar con Beyacid, nuevamente muere el hijo más capaz de los que quedaban.
Finalmente en 1566 Solimán a los 72 años y por causa de la gota muere en el asedio de sietgvar en Hungría en una guerra emprendida contra el Sacro Imperio, la ciudad caerá tres días después de su muerte.
Cuando llega la noticia a Selim este se apresura a coronarse sultán.
Selim II fue por no decir el peor, uno de los peores sultanes de la dinastía otomana, era un borracho aficionado al alcohol, no tenía interés en la vida política y nunca encabezó el ejército, delegó su poder en el capaz Mehmet Soccolu, su gran visir, esta actitud de Selim y de su posterior generación llevarán al declive del poder Otomano, puesto que incluso 200 años después la legislación no fue cambiada desde Solimán dejando un gobierno atrasado, corrupto e ineficiente, sin hablar de que el cuerpo de élite del imperio se había convertido no solamente en una fuerza inútil en el campo de batalla sino un estorbo para tomar decisiones, puesto que siempre estaban en desacuerdo con los planes de modernización del estado y la adopción de nuevas armas, aun asi el Imperio turco siguió siendo hasta 1683 el Imperio más rico y más poderoso del mundo.